miércoles, 22 de febrero de 2012
REFORMA FINANCIERA. LA HISTORIA DE LOS BROTES VERDES
Quién se podía imaginar que una ingenua expresión, usada como metáfora de la esperanza, que la pintan verde, podía dar tanto juego. Me imagino que los equipos de inteligencia de la SGAE estarán ya trabajando a fondo, averiguando a quién le corresponde la paternidad de tan feliz idea, y confeccionando las listas de todos aquellos que se han tomado la libertad de “apropiarse” de tal expresión, para pedirles cuenta de los derechos que tienen que pagar.¡Brotes verdes, verdes brotes! Esto me recuerda la letra de una famosa copla del Maestro Quiroga: Ojos verdes, verdes como la albahaca y el trigo y el verde limón, etc. Y también de aquel impresionante Poema del sonámbulo, de Lorca, al que le puso música Manzanita, por cierto con mucho tino: Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas, etc. Es curioso que al PSOE la cosa le sugiera un concierto, el núm. 1 en Mi mayor, La Primavera, de Antonio Vivaldi (1678-1741). Grandioso, acorde con tan memorable expresión, al parecer key de la solución de la crisis que nos aflige.
La segunda parte del titular me la ha sugerido el nombre de aquella vibrante película de Spielberg, protagonizada por Harrison Ford, En busca del arca perdida (1981), o sea, en busca del padre de la criatura, entre tantos que le han salido. He perdido la cuenta de las adjudicaciones de autor que le han hecho a lo de los “brotes verdes©” –nombre registrado - en las tertulias, de las que hay muchas más que brotes verdes, sobre todo en las TV digitales, que no paran de robarles “fósforos”© a las tradicionales de la radio, donde las ironías quedan mal si no se ve la cara del que habla. Esto ha provocado una notable expansión de la profesión de “tertulianos©”, invento también afortunado que impuso en su día el ínclito.
Cuando se lo oí por primera vez a la Vicepresidenta Segunda Ministra de Economía, y luego, cómo tantos y tantos celebraban la feliz ocurrencia, me dije, esto me suena haberlo oído hace por lo menos un par de meses. El caso es que dejé pasar la cosa, sin darle mayor importancia. Pero pasó el tiempo y la cosa no cesaba, y crecían, crecían los brotes. Y luego estaban las animadas tertulias debatiendo a fondo la cuestión; esto se le ocurrió fulanito, esto se le ocurrió menganito. ¡Basta! Esto pasa de castaño a obscuro. Tengo que hacer algo por calmar la ansiedad que me están produciendo los dichosos green shoots, digo brotes verdes. Lo mejor será que haga lo posible por refrescar mi memoria, y poner “negro sobre blanco©”.
Tomado de mi Blog personal FJMC 5/06/2009http://wwwmansocoronado.blogspot.com/search/label/Economia%20Financiera
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario