martes, 30 de agosto de 2011
La gresca de los bomberos en Nueva York. Diálogo de Pe y Pa.
Diálogo de Pe y Pa.
-Hola Pe
-Hola Pa, ¿qué me cuentas hoy?
-Pues mira Pe, estoy molido. He estado hasta hace un momento viendo la retrasmisión del debate de la reforma constitucional. Me la he tragado entera y necesito mover el esqueleto.
-Menudo lío. Reconozco que no estoy muy enterado de ese asunto que tanto ruido está formando. Seguro que tú me lo podrías aclarar.
-Uff, déjame que haga un poco la digestión. El caso es que he disfrutado lo mío. Mañana te lo cuento, te lo prometo. Voy con prisa al banco antes de que cierren. Pero sí te voy a contar lo del cachondeo del Mundial de los juegos deportivos de policías y bomberos que se está celebrando en Nueva York. Es alucinante. Imagínate, la delegación española compuesta por representantes de distintas, no sé si de ciudades o Comunidades. El caso es que, de pronto, los catalanes, que como siempre tienen que dar la nota, estaban haciendo un castellete de esos y el último que estaba subiendo, llevaba una bandera catalana independentista, esa que lleva la estrellita, tipo Cuba, Chile.
-Bueno, ¿y qué?
- ¡Como “y qué”! Pues que el resto de la delegación española reaccionó, como no podía ser menos, abucheándolos, gritando “fuera, fuera, fuera”. Incluso se oyó algún “hijos de p…”. Para no ser menos sacaron banderas españolas. Lo he visto en un vídeo que alguno de los que estaba allí lo ha colgado en YouTube. Jajaja. Estos catalanes se llevaron su merecido.
-Pero hombre, Pa. No es para tanto. Yo creo que los bomberos españoles hicieron mal y dieron un espectáculo bochornoso.
-Pero que dices hombre. ¡Tú también, joder! Pues yo estoy de acuerdo con lo que hicieron esos bomberos o policías patriotas españoles. Si yo hubiera estado allí habría hecho lo mismo. Está claro que esos catalanes no encajan en España. A lo tonto se ha consolidado la idea de son de otro mundo. Fíjate que los mismos titulares aceptan decir, como algo natural, “bomberos catalanes y…. españoles, a la gresca”. ¿Te das cuenta?
-Que no Pa. No que hay que hacer caso…
-Claro, así nos va. Con tanto pasota anti patriota dejamos que esos “honorables construyan su súper nación a base de insultos y desprecios a los españoles. ¿Sabes lo que te digo?, como dice César Vidal, estoy deseando que hagan un referendo para votar, “fuera”. Mientras antes mejor.
-Bueno bueno, Pa. Como estás hoy. Espero que mañana me cuentes esa historia de la reforma constitucional sin tanto mal humor.
-Jajaja. ¡Que va hombre! Si lo he pasado pipa viendo como los nacionalistas tragaban del tarro amargo de la exclusión “sanitaria” que le han estado dando al PP. Están súper cabreados, y asustados viendo venir que se les acaba el chollo de disfrutar de poder de mayorías, siendo minúsculas minorías. ¡Ya verás cuando te lo cuente! Veremos mañana lo que dicen los periódicos. Tengo curiosidad por ver como lo enfoca mi admirado Ignacio Camacho en su columna de ABC. Chao Pe.
-Adiós Pa.
domingo, 14 de agosto de 2011
Osborne, ministro de Finanzas del Reino Unido “se cae del guindo”.
Las consecuencias de empezar a construir una casa por el tejado, o sea, la Eurozona del EURO.
No ha pasado tanto tiempo desde que el 1 de enero de 1999 se implantara en España, junto con parte de otros estados de la UE, la moneda única, inicialmente llamada ECU, para finalmente denominarla EURO. Sin embargo colectivamente tenemos la impresión de que ha pasado un siglo. Creo que es el efecto que transmiten las cosas que se quedan viejas por mal hechas. Porque el EURO nació viejo por planteamiento erróneo.
Si analizamos la historia de las constituciones de los Estados modernos a lo largo de los años, podemos apreciar como los procesos de creación de las monedas, pasan por un proceso muy similar al de la construcción de una casa. Creo que es una metáfora muy pedagógica.
Sin entrar en detalles más propios de un trabajo académico, y aprovechando la metáfora del proceso lógico de la construcción de una casa, que cualquiera puede entender, habría que decir que, la moneda sería el techo de la casa. Es decir, que a nadie, salvo a los “sabios” del Tratado de Maastricht, que nada menos desde febrero de 1992 estuvieron trajinando la fantasía de empezar la Eurozona por la moneda, o sea, por el tejado.
Reconozco que ha sido el amor propio, aunque también puede que la inmodestia, la que me ha impulsado a sacar estos trapos viejos, cuando he tenido noticias de las declaraciones del ministro de Finanzas del RU, Mr. Osborne, a través de la BBC que “para salvar la salud de la Eurozona es necesaria una cierta unión fiscal”. Cáspita, esto ya lo escribí yo, hace más de diez años, en más de una ocasión en alguno de mis blogs, precisamente aludiendo a la metáfora de la casa.
No digo que no hubiera economistos/as que apoyaran semejante despropósito. Pero pasa que recelo de que tengamos over booking de economistas de cursos acelerados de periódico, así como catedráticas de Derecho Constitucional. Algunas universidades otorgan títulos como quien hace churros.
Hay que felicitar al ministro de Finanzas Osborne, por tener la valentía de tirarse del guindo, en coherencia con la acertada actitud de los distintos Gobiernos británicos que rechazaron la entrada en la Eurozona. Tan solo un reproche a lo dicho por Osborne. Y es que se queda corto –tentándose la ropa por si “se queda de cuadra”- cuando dice que es necesaria tan solo una “cierta unión fiscal”. Le recordaría a Mr. Osborne un dicho inglés muy conocido: “no es posible pasar un precipicio de dos saltos. O como diríamos por aquí, estar un poco embarazada.
Esta UE no sale de un ladrillo, en su empeño de soplar y absorber al mismo tiempo. O sea, decir que construyen una Europa federal, y ni siquiera consiguen aproximarse a una modestísima confederación. Lo que sí queda claro es que han montado un descomunal tinglado burocrático que cada vez se parece más al guirigay de las Naciones Unidas. Lagarto lagarto.
Francisco Javier Manso Coronado
Economista y escritor
No ha pasado tanto tiempo desde que el 1 de enero de 1999 se implantara en España, junto con parte de otros estados de la UE, la moneda única, inicialmente llamada ECU, para finalmente denominarla EURO. Sin embargo colectivamente tenemos la impresión de que ha pasado un siglo. Creo que es el efecto que transmiten las cosas que se quedan viejas por mal hechas. Porque el EURO nació viejo por planteamiento erróneo.
Si analizamos la historia de las constituciones de los Estados modernos a lo largo de los años, podemos apreciar como los procesos de creación de las monedas, pasan por un proceso muy similar al de la construcción de una casa. Creo que es una metáfora muy pedagógica.
Sin entrar en detalles más propios de un trabajo académico, y aprovechando la metáfora del proceso lógico de la construcción de una casa, que cualquiera puede entender, habría que decir que, la moneda sería el techo de la casa. Es decir, que a nadie, salvo a los “sabios” del Tratado de Maastricht, que nada menos desde febrero de 1992 estuvieron trajinando la fantasía de empezar la Eurozona por la moneda, o sea, por el tejado.
Reconozco que ha sido el amor propio, aunque también puede que la inmodestia, la que me ha impulsado a sacar estos trapos viejos, cuando he tenido noticias de las declaraciones del ministro de Finanzas del RU, Mr. Osborne, a través de la BBC que “para salvar la salud de la Eurozona es necesaria una cierta unión fiscal”. Cáspita, esto ya lo escribí yo, hace más de diez años, en más de una ocasión en alguno de mis blogs, precisamente aludiendo a la metáfora de la casa.
No digo que no hubiera economistos/as que apoyaran semejante despropósito. Pero pasa que recelo de que tengamos over booking de economistas de cursos acelerados de periódico, así como catedráticas de Derecho Constitucional. Algunas universidades otorgan títulos como quien hace churros.
Hay que felicitar al ministro de Finanzas Osborne, por tener la valentía de tirarse del guindo, en coherencia con la acertada actitud de los distintos Gobiernos británicos que rechazaron la entrada en la Eurozona. Tan solo un reproche a lo dicho por Osborne. Y es que se queda corto –tentándose la ropa por si “se queda de cuadra”- cuando dice que es necesaria tan solo una “cierta unión fiscal”. Le recordaría a Mr. Osborne un dicho inglés muy conocido: “no es posible pasar un precipicio de dos saltos. O como diríamos por aquí, estar un poco embarazada.
Esta UE no sale de un ladrillo, en su empeño de soplar y absorber al mismo tiempo. O sea, decir que construyen una Europa federal, y ni siquiera consiguen aproximarse a una modestísima confederación. Lo que sí queda claro es que han montado un descomunal tinglado burocrático que cada vez se parece más al guirigay de las Naciones Unidas. Lagarto lagarto.
Francisco Javier Manso Coronado
Economista y escritor
martes, 9 de agosto de 2011
A BUENA HORA MANGAS VERDES
MIRADOR DE NOTICIAS
Con comentarios desde Fuengirola
El pasado día 8 del corriente Ignacio Camacho hizo una magnífica raya en el agua en su columna de ABC, a propósito del canguelo que les ha entrado a los socialistas “moderados” ante el negro panorama que les acecha. “A buenas horas se acuerdan los socialistas más moderados –Bono, Vera- del Gobiernos de Concentración. Durante siete años su partido, y muy especial su líder, ha procurado por todos los medios al aislamiento del centro derecha como si su diez millones de votantes fuesen apestados políticos.” Con la ironía que se suele gastar Camacho, su columna la titula El Compromiso Histórico. Y termina diciendo, “Los pactos transversales están pendientes hace mucho tiempo. Para embridar el descalzaperros autonómico, para despolitizar la justicia, para asentar un modelo educativo estable, para abordar el futuro energético, para reformar a fondo el mercado laboral para asentar el mapa financiero”.
Con comentarios desde Fuengirola
El pasado día 8 del corriente Ignacio Camacho hizo una magnífica raya en el agua en su columna de ABC, a propósito del canguelo que les ha entrado a los socialistas “moderados” ante el negro panorama que les acecha. “A buenas horas se acuerdan los socialistas más moderados –Bono, Vera- del Gobiernos de Concentración. Durante siete años su partido, y muy especial su líder, ha procurado por todos los medios al aislamiento del centro derecha como si su diez millones de votantes fuesen apestados políticos.” Con la ironía que se suele gastar Camacho, su columna la titula El Compromiso Histórico. Y termina diciendo, “Los pactos transversales están pendientes hace mucho tiempo. Para embridar el descalzaperros autonómico, para despolitizar la justicia, para asentar un modelo educativo estable, para abordar el futuro energético, para reformar a fondo el mercado laboral para asentar el mapa financiero”.
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